Dentro de los Baños de Calor de inmersión total se encuentran los de Vapor, y si bien, por la humedad lógicamente reinante, no son aptos para tomarlos a elevadas temperaturas como sí sucede con el Sauna, son muy aceptados como complemento de éste.

A la fecha no existen investigaciones médicas sobre los efectos beneficiosos que la toma del mismo reporta tanto al sistema respiratorio como así también a todas las afecciones de la piel. Pero su uso se ha difundido por todo el mundo, lo que habla bien a las claras de su efectividad y de sus acciones terapéuticas, lo que lo lleva a estar presente en la mayoría de los Spa.

• Dimensiones: No hay requisito de medidas máximas o mínimas para su construcción. Por lo tanto, sus dimensiones serán acordes a la cantidad de posibles usuarios y a la disponibilidad de superficie que se posea.

• Recinto: Deberá ser de mampostería, revestido en cerámica esmaltada ó similar en su totalidad y hasta altura de cielorraso. Éste deberá ser curvo, a dos aguas ó de plano inclinado, a los efectos de evitar el molesto goteo por condensación, y estar realizado en un material apto para soportar altas concentraciones de vapor. Asimismo, deberá contar en su interior con bancos a distintos niveles, siendo los más convenientes los realizados en mampostería y terminados con el mismo revestimiento utilizado en las paredes.

• Cerramiento ó Puerta de Acceso: Debe ser de apertura hacia afuera, de doble contacto en los cuatro lados de la hoja, y vidriada con termopaneles para evitar perdidas de calor.

• Prever: La llegada de una línea de alimentación eléctrica independiente, a la vez que la provisión de agua fría para la caldera, la colocación de un duchador de mano (opcional, pero aconsejable, ya que es beneplácito el refrescamiento periódico durante la permanencia en el Baño Finlandés), un desagüe, y un ducto de ventilación al exterior apta para vapor.